¿POR QUÉ MI FLUJO VAGINAL ES BLANCO Y AGUADO?

Es la primera línea de defensa del organismo frente a las infecciones. Quizá observes que, a veces, el flujo es más aguado y, otras, es más espeso —parecido al moco— y un tanto blanquecino. ¿Quieres saber a qué se debe este cambio y qué lo desencadena?

La consistencia del flujo vaginal cambia en función del equilibrio hormonal del organismo. Esto significa que factores como la pubertad, el embarazo y la menopausia influirán sobre la cantidad y la consistencia del flujo que produce el organismo. El ciclo menstrual influye sobre el flujo y, a veces, hace que sea aguado. Es probable que, después de menstruar, tengas un flujo vaginal aguado.

A medida que cambia la concentración de estrógeno y se acerca la ovulación, el flujo se tornará más espeso. Muchas mujeres también expulsan un flujo aguado durante las relaciones sexuales y después de estas. Esto es normal y saludable.

Si tu flujo es aguado y te pica, quizá tengas una infección, como vaginosis bacteriana o candidiasis vaginal. Consulta a tu médico para que te examine y te recete un tratamiento. En general, estas infecciones se tratan fácilmente con antibióticos.

Sin embargo, siempre que no tengas dolor ni comezón junto con el flujo vaginal aguado, generalmente no hay nada de qué preocuparse. El flujo blanco sin olor y abundante puede hacer que algunas mujeres se sientan incómodas. La buena noticia es que hay una solución sencilla y muy cómoda.

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Los Naturella DIARIOS derriban los mitos frecuentes sobre el flujo vaginal. De hecho, el flujo vaginal es completamente normal, y todas las mujeres lo tenemos. ¿Por qué debería ser un tema tabú? Queremos darte toda la información que necesitas.

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